El Camí Reial de la Vila Joiosa a su paso por Sant Joan se denomina vereda de Benimagrell. Las veredas son vías pecuarias declaradas bienes de dominio público. Se utilizan por pastores y ganaderos para desplazar el ganado, procurando su alimentación y cuidado. La Casa Mosén Sáez está ubicada en un entorno mítico, entre la finca Caputxo y el enclave de Quatre Camins. Cuatro caminos es la intersección de la vereda de Benimagrell y el camino del Campet. El recorrido aún atraviesa campos cultivados, durante casi un kilómetro podemos llegar a olvidar la desolación a la que ha quedado reducida el Camp d’Alacant. Además cercan la senda numerosos vallados resueltos con soluciones muy imaginativas, en madera, piedra, cementos enfoscados, matizados con buganvillas que hace las delicias de los caminantes. El tráfico rodado no suele ser muy frecuente por lo que el paseo, acompañado del canto de los pájaros, resulta una experiencia regeneradora.

En lo que se refiere a la casa Mosén Sáez, la edificación es de planta rectangular. Se accede desde un vestíbulo amplio, dividido en dos crujías por un arco que separa la vivienda del colono y la bodega. Conserva la cocina tradicional con una campana de grandes dimensiones y la escalera de acceso a la planta noble, donde se sitúan los distintos dormitorios. Las fachadas principales tienen tratamientos muy diferenciados. Mientras el alzado que da a la vereda apenas presenta huecos, el frente que da a mediodía se abre con diversos ventanales y un balcón en la planta superior. Una importante pinada matiza la luz recayente a esa fachada.

El vestíbulo tiene elementos constructivos reseñables, como el pavimento formado por cantos de piedra de río, la imposta del arco de orden toscano, el antepecho de la escalera o un pozo con brocal. Otras dependencias a destacar son un almacén y la bodega, una nave de techo plano donde aún se conserva en su interior un cup, es decir, la balsa donde se pisaba la uva, y el secadero al exterior, de tipo cuadrado pavimentado de ladrillos cerámicos dispuestos en espiga.

La antigüedad de la construcción y sus atractivos elementos vinculados al imaginario enológico, el tejido agrario que todavía ocupa una gran extensión de territorio, junto con la belleza del camino, hacen de este tramo de la vereda de Benimagrell uno de los hitos de mayor interés paisajístico de Sant Joan d’Alacant.