El Canto de los Dolores

El Canto de los Siete Dolores de la Virgen es una obra musical polifónica, que el maestro vasco D. Juan María Goñi López de Munaín compuso en Sant Joan en 1883, y que más de 130 años después se sigue cantando en la Iglesia de San Juan Bautista el Sábado de Pasión, como inicio oficial de la Semana Santa santjoanera. Esta plegaria de sencillas armonías, combina la parte religiosa con la parte histórica y cultural, ya que, con el paso de los años, se ha convertido en el legado más importante de la música religiosa y popular de Sant Joan.

Cada Sábado de Pasión, horas antes del Domingo de Ramos, la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades invita a Canto de los Dolores a los cantantes del Orfeón San Juan y a los instrumentistas de la Sociedad Musical la Paz (en los últimos años han actuado un grupo de alumnos del Conservatorio Profesional de Música ‘Villa de Sant Joan’). Cerca de un centenar de intérpretes, que cada año son dirigidos por un músico o director invitado por la Junta Mayor, que ofrece la posibilidad de participar en la dirección de esta plegaria a un artista destacado.

Con independencia de quien sea el director, lo que no cambia es que los Dolores se interpretarán ante todo el pueblo, y que como es tradicional, desde hace más de cien años, el ‘sueldo’ que se les pagará a los músicos es una docena de huevos. Eso sí, los sacerdotes llevan dos docenas.

Los datos acerca de la primera representación del Canto de los Dolores datan de finales del siglo XIX. Originalmente se cantaban ‘a capella’ y no se tiene certeza que cualquier instrumento o grupo instrumental, del que se hubieran perdido las partituras, acompañase a las voces, en concreto, por voces graves. A través de la información del Archivo Parroquial, la imagen de la Virgen Dolorosa se venera en nuestra iglesia a partir de 1830, lo que sugeriría el aumento de la devoción por la tradición de Los Dolores. Conocemos en el pueblo dos composiciones diferentes realizadas por los maestros D. Francisco Senante Laudes y D. Juan María Goñi López (1822-1884). La composición del maestro Senante es probablemente más antigua, pero la que se interpreta en la actualidad es la del maestro Goñi, compositor vasco, natural de Salvatierra (Álava) que vivió en Sant Joan los años finales de su vida y fue director de la Banda Musical de Sant Joan desde 1877 hasta su muerte (murió precisamente en 1884, posiblemente poco después de estrenar el Canto de los Dolores en 1883).

Por tanto, los Dolores se interpretaron desde su creación hasta la década de los setenta, a excepción de los años de Guerra Civil, durante la Semana de Pasión, previa a la Semana Santa. En los años 70 dejaron de sonar, pero en 1994 la Junta de Cofradías impulsó su recuperación recabando el testimonio de algunas personas como Dña. Dolores Caturla Antón o D. Antonio Climent Ferrándiz, gracias a los cuales se pudo recuperar la parte vocal. Éste último, entonces director de la banda de música, realizó la nueva instrumentación basada en la original según recuerdos y antiguas partituras. Los Dolores volvieron a sonar el 22 de marzo de 1997, Sábado de Pasión, en la Iglesia Parroquial con la participación del Orfeón San Juan y la Sociedad Musical La Paz. En 2002, el ex director del Orfeón San Juan, Alberto Alcaraz Pastor realizó la adaptación a cuatro voces mixtas y banda, que es como se interpretan en la actualidad por el propio Orfeón y una sección de la Sociedad Musical La Paz.

¿Sabías que…?

La devoción popular por los Dolores de la Virgen se inicia en toda la cristiandad en torno a la Edad Media. Como parte de la devoción aparecieron unos cantos asociados que se interpretaban durante la Cuaresma y la Semana Santa, junto al resto de actos piadosos y devocionales, como eran los cultos y procesiones con las imágenes de la Pasión. En el antiguo Reino de Valencia algunos datos sitúan estos cantos en el siglo XVI. La obra, originalmente, presentaba unas características muy similares a las de otros ‘Dolores’ a la Virgen, encuadrados en la tradición mariana europea popular, íntimamente emparentada con el Vía Crucis, y cuyo origen se halla en la baja Edad Media. Con una estructura predominantemente homofónica, con unas armonías sencillas, cargadas de lirismo y descritas en tono menor, los elementos de cada estación (dolor) se hallan descritos en la Biblia (Evangelios) siguiendo los momentos más dramáticos de la vida de María. Los Siete Dolores de la Virgen María están basados en episodios bíblicos de los Evangelios: la profecía a Simeón, la huida a Egipto, la pérdida de Jesús en el templo, el encuentro con Jesús camino del Calvario, María al pie de la Cruz, la muerte de Jesús y la sepultura de Cristo.