Las XL horas de San Gregorio
El origen de esta festividad se desconoce con seguridad, pero se tiene constancia desde la Edad Media por Europa. La celebración tiene lugar en la Parroquia San Juan Bautista durante los días 11, 12 y 13 de marzo. Se cree que su origen está ligado al objetivo de reparar los excesos que se cometían durante los días de Carnaval y, posiblemente, para cristianizar esta fiesta pagana. El número 40 además tiene una clara importancia bíblica y religiosa puesto que son los años que los israelitas caminaron por el desierto, los días que Cristo estuvo orando y meditando en el desierto, o las horas que estuvo en el sepulcro antes de resucitar.
La festividad XL Horas de San Gregorio es una celebración religiosa muy antigua y de estima popular que consiste en la exposición del Santísimo Sacramento durante todo el día hasta el anochecer. Sin embargo, a diferencia de como sucede aún en muchas iglesias y poblaciones que celebran esta fiesta los días establecidos, en Sant Joan y Mutxamel se realiza en días fijos, sin ninguna relación con el Carnaval.
En Mutxamel se celebra del 10 al 12 de marzo y en Sant Joan del 11 al 13 del mismo mes. Una explicación vendría, tal vez, por evitar la coincidencia de esta celebración con la de la Virgen de Loreto, el 1 de marzo, fiesta que era de precepto en ambas poblaciones, hecho que habría motivado el trasladar las XL Horas a unos días inmóviles en el calendario. El apelativo de San Gregorio parece proceder del hecho de que la fiesta de San Gregorio Magno se celebraba el 12 de marzo, antes de que se trasladase al 3 de septiembre.
En la actualidad, los tres días consisten en una exposición del Cuerpo de Cristo desde la mañana hasta la noche en la custodia de plata del siglo XVII. Al atardecer, se canta un antiguo himno de invocación a la Trinidad conocido como ‘Trisagio’, muchas veces interpretado por un coro de niños. Además, el último día tiene lugar, como colofón, una procesión claustral y bendición en la que participa la Banda de la Sociedad Musical La Paz de Sant Joan. La importancia de esta fiesta reside en su antigüedad, ritos tradicionales y asistencia de público, lo que la convierte en una de las celebraciones religiosas más significativas de Sant Joan d’Alacant.