PATRIMONIO MATERIAL
Nuestra Historia
Sant Joan d’Alacant está Cerca de Todo. Nuestro municipio tiene todo aquello que un visitante puede desear. Estamos cerca de la playa, cerca de la montaña, cerca de la capital, Alicante, y cerca de las vecinas poblaciones de El Campello, Mutxamel, Sant Vicent del Raspeig, Busot y Xixona. A lo largo de la historia esta población ha logrado atesorar un extraordinario legado patrimonial, material e inmaterial. Ello ha sido posible gracias al trabajo en común entre los municipios vecinos y a una gestión magistral de los recursos naturales de nuestro territorio.
Nuestra arqueología
La Huerta de Alicante
Torres de la Huerta
Las Torres de la Huerta fueron construidas en los siglos XVI y XVII en la próspera Huerta alicantina. En aquel periodo los piratas berberiscos saqueaban frecuentemente estas tierras buscando mercancías y esclavos. Para mitigar estos ataques, se desarrolló un sistema defensivo compuesto de torres vigía ubicadas estratégicamente en el litoral. Cuando en una torre se detectaba la presencia de naves hostiles, se procedía a alertar a las poblaciones cercanas mediante señales de humo. De esta forma sus habitantes podían buscar refugio. Este ingenioso sistema constituía una muralla invisible que le ha valido el reconocimiento de Bien de Interés Cultural.
Fincas y casas
La prosperidad del Camp d’Alacant durante los siglos XVI, XVII y XVIII favoreció la construcción de importantes casas de labranza típicas de la Huerta. Durante el siglo XIX la élite de la capital alicantina adquirió las mejores fincas como signo de poder y de riqueza. Algunas casas fueron reformadas bajo los modelos higienistas decimonónicos, adaptándose a los gustos de la época, marcados por influencias suizas o francesas. Muchos nobles y burgueses usaban Sant Joan d’Alacant como segunda residencia, dando origen a lo que hoy llamamos veraneo. Otros en cambio elegían la población como residencia habitual, huyendo del bullicio de la capital.
Ermitas e Iglesias
Sant Joan d’Alacant cuenta con numerosas ermitas diseminadas por la Huerta alicantina. Hoy en día los santjoaners siguen celebrando allí sus tradiciones religiosas. Se ubican junto a los caminos tradicionales. Las más antiguas son la Ermita de San Roque (s. XVI), la de la Virgen de Dios del Loreto (s. XVI), la Ermita de Santa Ana (s. XVI), y del Calvari (s. XVIII). Estas ermitas se erigieron tras el Concilio de Trento (1545-1563) que supuso la ratificación de ciertas prácticas populares relacionadas con la devoción a los santos y el culto a la Virgen.