Torres De La Huerta
Torre Salafranca
Transitando por el Camí del Serení nos encontramos con la torre Salafranca. Esta noble construcción, erigida en el siglo XVI, formaba parte del sistema de torres que proporcionaban vigilancia y salvaguarda a los habitantes de este enclave a finales del Renacimiento y toda la Edad Moderna, época en la que el Camp d’Alacant era frecuentemente atacado por piratas. Como es habitual la torre forma parte de una vivienda. Afortunadamente la morada continúa habitada, lo que ha permitido mantener el conjunto en un buen estado de conservación.
Torre Bonanza
Junto al nacimiento del camino de Lloixa encontramos esta noble construcción del siglo XVI. Lloixa era un enclave medieval que aparece mencionado en antiguos documentos ya en el año 1300. Si la finca se ubica en un enclave mítico, no menos legendaria es la familia que la habita, los Pascual de Bonanza, de ahí el nombre de la torre que todavía conserva el escudo nobiliario de la familia. Está declarada Bien de Interés Cultural, junto con el resto de torres defensivas de la Huerta.
Torre La Cadena
Construida en el siglo XVII, fue residencia de los señores Condes de Casa-Rojas. Se encuentra en la avenida Pintor Pérez Gil, una vía muy transitada al conectar la red vial con el Campus universitario de Sant Joan, el hospital clínico, y los barrios residenciales de las playas. Pero esta carretera se construyó en el primer lustro de los años 2000. Hasta ese momento al sur de La Cadena sólo había un viejo camino rodeado de huertos que se extendían hasta la vecina torre de Soto, morada de los señores de Soto Ameno.
Torre Ansaldo
En la partida de Fabraquer Nord, junto al instituto Luis García Berlanga, encontramos los restos de lo que fue la Finca Ansaldo. Antaño un enclave próspero y fértil, hoy inmerso en el olvido. A finales del siglo XV se levantó su torre defensiva, siendo una de las Torres de la huerta más antiguas que se conservan en Sant Joan. Posteriormente, en los siglos XVI y XVII, se construyeron diferentes edificaciones residenciales, agrícolas y religiosas. La finca perteneció a la célebre familia Ansaldo, originaria de Génova, que se asienta definitivamente en Alicante a mediados del siglo XVII.